miércoles, 30 de abril de 2008

SECRETARÍAS DE FILOSOFÍA Y LETRAS: PRESENTACIÓN CONJUNTA DE COLECTIVO DE IZQUIERDA, LA NÁUSEA Y PLAN B

El centro de estudiantes es percibido por muchos estudiantes como un espacio político cerrado (o lo que es peor, un centro de servicios únicamente) que pertenece al grupo, partido o frente electoral que ocasionalmente lo gana en las urnas. La verdad es que poco se ha hecho, hasta el momento, para revertir esta situación que profundiza la lógica de la representación sustituísta por sobre la iniciativa y la creación de prácticas diversas y amplias, que incluya y busque cotidianamente la participación del conjunto del estudiantado.

La posibilidad de encarar un proceso de transformación del orden existente en la Universidad y en la sociedad, necesita encontrar en el movimiento estudiantil un actor organizado y dispuesto a pensar, a luchar, a crear y recrearse. Para semejante tarea es fundamental generar una apropiación de los centros de estudiantes por parte de los mismos estudiantes. Parece paradójico plantear tal cosa, dado que en principio parece obvio que el principal actor del centro de estudiantes sean los mismos estudiantes. Sin embargo, como sucede con tantas otras cosas de este bendito mundo por el que transitamos, la distancia entre lo que suena lógico y racional y la realidad que muchas veces es irracional y encima la naturalizamos, es significativa. Es indispensable para empezar a aproximarnos a ese ideal, que los centros sean entendidos como espacios abiertos de participación, reflexión y creación de cara a la disputa ideológico-política y la construcción de un proyecto alternativo de sociedad. Hasta tanto esto no ocurra, asistiremos al fenómeno de la “vanguardia” preclara, solitaria, la dirigencia iluminada, que sólo se representa a sí misma (y se pierde en el discurso autorreferencial del afichismo permanente y el slogan que satura), y los estudiantes apáticos, o que simplemente no ven en el gremio un centro articulador de prácticas, ni coordinador de luchas (que muchos llevamos a cabo en silencio, cotidianamente, pero sin grandes carteles).

Pero para empezar a cambiar esta realidad no alcanza con ganar las elecciones, porque la política es posibilidad de realización en todos los tiempos y espacios de la vida social.

El año pasado decidimos salir a la cancha y empezar a darle forma a lo que pensamos y decimos. Los compañeros y compañeras de Colectivo de Izquierda y Plan B nos presentamos a elecciones y ese proceso nos permitió acceder a una secretaría del centro de estudiantes a cada agrupación de las 15 en que se divide el CEFyL (Comedor y Publicaciones son las de mayor visibilidad). Cuatro de esas secretarás fueron obtenidas por El Frente (PO, PCR, MST-La Walsh, IS, Los Necios), entre ellas la presidencia que formaliza la conducción del centro.

El año que se iba nos encontró también junto a La Nausea (estudiantes del Frente Popular Darío Santillán) debatiendo y proyectando en común lo que hoy queremos que empiece a caminar, apelando en primer lugar a tu participación. Fuimos encontrando acuerdos (entre ellos que no es necesario estar de acuerdo sobre el sexo de los ángeles para caminar juntos) que nos llevaron a creer que el mejor espacio para construir una idea, un proyecto, es la práctica, la prueba y el error; el debate comprometido, la producción. Decidimos compartir el trabajo a realizar en las secretarias entre las tres agrupaciones y lanzar esta convocatoria abierta a la participación del conjunto de los estudiantes.

Hoy en día, salvo las dos secretarías archiconocidas, antes mencionadas, se sabe muy poco de lo que se hace desde el resto de los espacios conquistados por las fuerzas que actúan en la vida política de esta facultad. Las secretarías se transforman, generalmente en espacios virtuales, fantasmagóricos, en una "chapa" para cada agrupación. Creemos que las secretarías tienen que ser algo más que un sello o un voto en la comisión directiva del centro. Decidimos revertir esta lógica. Queremos que sean el pequeño y ambicioso espacio para aportar a la reconstitución del vínculo social entre el estudiante y la participación política.

Nuestra idea es entender a la secretaría como algo más que un servicio. Esto significa que buscamos que en este espacio cualquiera de nosotros se pueda acercar a construir con sus ideas, sus proyectos, a espacios donde el debate permanente sea utilizado para buscar consensos y animarnos incluso al disenso, ¿por qué no?, ¿eh?...¿qué dijiste?, mirá que cuando vos viniste yo fui y volví veinte veces, gil, ¡agarráme que lo mato!.

El gesto que encaramos hoy, al confluir en esta práctica contracultural, gremial, juvenil, viene a plantarse en su época: queremos poner en pie un movimiento estudiantil sobre la base material de los estudiantes: nuestras actividades, militancia, revistas, grupos de estudio, charlas, talleres, ciclos literarios, investigaciones, trabajos barriales, bachilleratos populares y todas las prácticas “compañeras de ruta” existentes.

Tenemos la intención de iniciar un camino que parta desde un lugar diferente a la lógica soberbia de una izquierda que cree saberlo todo, en todo momento y lugar, a la que nunca ni siquiera por error se le escapa un “no se”. Es paradójico, que se pretenda desarrollar una praxis popular si no se le da lugar a la duda, que es parte del aprendizaje en la experiencia de los hombres en la tarea común del saber y el actuar. Por eso, desde nuestro pequeño lugar, estamos empeñados en construir por el camino del diálogo, la duda, el debate, los caminos posibles y las respuestas abiertas, ensayos que nos permitan en estos tiempos de desasosiego y tejidos sociales desflecados, poder volver a ser parte de la extraña experiencia humana de mirar la facultad y el país con esperanzas de cambio. Miremos el suelo, el techo, las vigas, las paredes, los pizarrones y el color de las tizas. Encontrémonos, hagamos del “más presupuesto” un real-concreto: que seamos nosotros, productores de conocimiento, trabajadores, quienes salimos a la calle a practicar políticas, a ensayar nuevos imaginarios de militancia y rebeldía.

Los grupos de estudio, de teatro, de cine, quienes investigamos y vivimos la historia, la filosofía, la literatura, quienes creemos que todo esto debe y puede ser la verdadera base sobre la que puede construirse un centro de estudiantes participativo; y no sólo una fábrica de consignismo, auto-convoquémonos. Tomemos en nuestras manos el desafío de recrear el Centro de Estudiantes.

Hacemos abierta la invitación a la inauguración de las dos secretarías que impulsamos: Arte-política y Producción-Socialización del conocimiento. Se trata de empezar a sacar de las sombras de la marginalidad las experiencias que no encuentran espacios de diálogo, intercambio interdisciplinario, ni difusión, en sintonía con el modelo hegemónico de estudiante-vasija / artista alienado que estudia, escribe, imagina y escupe lo digerido sobre las hojas de los parciales o reducidos blogs amigueriles pero no elabora creativamente ni se reconoce: se piensa como un sujeto imposibilitado de intervenir en la propia producción de conocimiento del cual es parte fundamental.

Quizás no solo se trate de cuestionarnos el cómo se produce el conocimiento y la práctica creativa actualmente, sino también el para qué. ¿Qué relación existe o debería existir entre la producción de conocimiento en el ámbito universitario y las problemáticas sociales actuales? ¿Qué tiene que ver la música con la literatura? ¿Y con lo social? ¿Cómo vincular nuestras producciones teóricas con el trabajo cotidiano de quienes construyen su praxis desde el trabajo territorial, desde los movimientos sociales? ¿Cómo pensar la pintura por fuera de las paredes del Malba?.

Partiendo de esta realidad es que nos propusimos sacar adelante una Secretaría de Producción y Socialización del Conocimiento y también de Artepolítica que facilite la difusión y proliferación de los espacios de que nosotros mismos, los y las estudiantes y graduados de filo, tejemos silenciosamente en los márgenes de la formalidad académica, pero que también nos convoque a cuestionarnos acerca de la naturaleza misma del conocimiento que producimos, de nuestras poesías, de nuestras prácticas artísticas. El para qué y el para quiénes.

Convocamos, entonces, a todos aquellos que participen de alguna experiencia autogestionada de estudio, investigación o producción de conocimiento, a acercarnos para construir el espacio de estas dos secretarías gremiales; para difundirnos, conocernos, visibilizarnos, armar entre todos una herramienta fundante, deconstructiva, constructiva, no censuradora: secretarías de colectivo de trabajo real, para organizarnos como productores de conocimiento, como intervenciones deseantes en la serialidad del enclaustramiento, que, aparentemente, todo lo enclaustra.

También, a todxs aquellxs estudiantes interesadxs en participar de la secretaría o en sacar adelante nuevos espacios autogestionados (grupos de estudio, de literatura, música, teatro, arte en general, revistas, boletines, jornadas, etcétera).



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