sábado, 20 de septiembre de 2008

Entrevista abierta: Editoriales alternativas y feria de libros


Durante los últimos quince años muchos escritores y lectores comenzaron a producir y editar libros de formas alternativas: artesanales y de bajas tiradas, sustentándose en colectivos autogestivos, o endeudándose al destinar importantes sumas de dinero a emprendimientos épicos de editar a autores desconocidos o a aquellos atrapados por el olvido. En la actualidad, algunos de ellos cuentan con cientos de títulos publicados. Buenos Aires es el epicentro de un fenómeno en constante crecimiento: Centros culturales, ciclos de lecturas y ferias dan lugar a la literatura no canónica como no pasaba desde los años sesenta. Así, se configura un inédito circuito en el cual se produce y recibe literatura de manera nueva. La Feria del Libro Independiente y Alternativa (FLIA) convocó a 3.000 personas en IMPA en agosto de este año. Las editoriales independientes ó alternativas ganan espacio en la cultura a fuerza de persistencia, y amplían un sector que ya no se reduce a la simple trinchera del márgen. ¿Independientes de qué? ¿Del mercado? ¿De la academia? ¿De la política?. Te invitamos a un encuentro para desentrañar la movida literaria que más crece y que menos se difunde en nuestra facultad. Qué están produciendo, cómo, por qué. Desde la tarde, feria en el subsuelo. A las 21 empezamos con una entrevista-debate a los editores en El Umbral.

miércoles, 25 de junio de 2008

Una charla con la revista digital No Retornable


Desde la Secretaría de Arte y Política buscamos poder generar espacios de difusión propios de la facultad que permitan dar a conocer todas aquellas iniciativas existentes que se hallen vinculadas tanto a lo artístico, como lo académico y lo político. En este sentido, hemos iniciado una serie de entrevistas con compañeros y compañeras que andan en este camino.

Nos pareció que No Retornable es una de las propuestas que instala una vuelta de tuerca en todo lo que se viene generando en el ámbito de las publicaciones de o vinculadas a la facultad y nos animamos a iniciar una charla con su directora, Sol Echeverría, para dar a conocer esta experiencia. Esta entrevista será publicada y difundida en el boletín Lo Artesanal Nº2 a principios del segundo cuatrimestre en la Facultad de Filosofía y Letras, pero a modo de adelanto la colgamos en el blog para que pueda ir saliendo a la luz.

A-P: ¿Cómo surgió la idea de hacer una revista como No Retornable?
NR: Fue en un momento de crisis personal. Era el 2005 y hacía dos años que había empezado la carrera de Letras. Lo que veía en la Facultad me parecía valiosísimo, pero muy desconectado de la actualidad. Empecé a preguntarme sobre qué estaba pasando en mi aquí y ahora, y me di cuenta de que la respuesta no estaba en las aulas. Ahí surgió la idea de emprender un proyecto paralelo para llenar esos baches que me resultaban cada vez más grandes. Debo reconocer que en ese momento yo era súper pichi. Había estado bajo el ala de las enseñanzas docentes, secundarios primero y universitarios después, por demasiado tiempo. Sabía apenas lo que otros me habían enseñado y nunca me había animado a salir a buscar por mi propia cuenta, hasta que eso se convirtió en un deseo cada vez más imperante, urgente, necesario. La revista me permitió romper el cascarón para poder dar un paso fuera del nido académico cuando sentí que era importante empezar a explorar otros terrenos.

A-P: ¿Cómo está compuesto y cómo funciona el equipo de trabajo? ¿Hay espacios de discusión conjunta en las decisiones?

NR: El equipo de trabajo varió bastante en los primeros años. Desde ese entonces sólo seguimos siendo parte del proyecto el diseñador gráfico, Germán Geninatti, y yo. A él le debo mucho, muchísimo. De todas formas, creo que las cosas para No Retornable empezaron a marchar mejor cuando se incorporó el que ahora llamo “mi socio”, Marcelo López. Él se entusiasmó con mi empuje y aportó cierta disciplina de trabajo que a mí me faltaba. Entre ambos empezamos a juntarnos una o más veces por semana a planificar. Leíamos los textos, discutíamos y programábamos los siguientes pasos a tomar. Ahí empezó a despuntar la revista y, digo con orgullo, a convertirse en un proyecto más serio, constante y profundo. Durante ese año adoptamos el bar del CEFyL de Puán como “oficina” (así lo llamábamos). Nos empezamos a quedar todos los martes a partir del mediodía hasta la noche. Ese se volvió un espacio de convocatoria abierta para que los colaboradores e interesados se acercaran a conversar. Conocimos diferentes personas y proyectos. Nos volvimos más concientes del movimiento que existía a nuestro alrededor. Muchos se sumaron al proyecto, nos dieron una mano y nos ayudaron, cada uno a su manera.

A-P: ¿Tienen o buscan tener relación con otras revistas o movidas culturales?
NR: Sí, ambas cosas. En ese espacio semanal invitamos a gente de otros proyectos a que vinieran a charlar. También nos acercamos a sus espacios. Nos hicimos amigos de muchos de ellos, compartimos experiencias, nos alentamos. Se me ocurren ahora un par de nombres de revistas amigas, pero seguro que hay más: Los asesinos tímidos, El ángel exterminador, Esperando a Godot, Siamesa, El interpretador, La gallina degollada, Planta, El niño Stanton, Plebella, Dodó, Mil Mamuts, etc. Todos ellos pasaron o pasan por los pasillos de Puán. Además, habría que sumar proyectos editoriales y otras movidas. También construimos muchos vínculos a través del ciberespacio.

A-P: ¿Por qué generar un espacio en el que publiquen tanto a personas de trayectoria curricular-académica y otras que nunca han publicado?
NR: Uno de los objetivos de nuestro proyecto es mostrar lo ridícula que nos resulta esa línea divisoria. Buscamos textos que tengan algo que decir, no aparatos endebles a los que haya que adosarle un currículum debajo de una de sus patas para que se puedan sostener. Queremos generar un espacio que promueva el debate, no que lo cierre, por eso nos resulta fundamental el multiperspectivismo. Porque ¿cómo puede haber un debate si todos piensan lo mismo? ¿cómo puede haber cuestionamientos si se deja afuera a las nuevas generaciones sólo por el hecho de no tener una larga trayectoria? ¿cómo se puede proponer un espacio de lucha textual si lo que prima no es el texto? Apostamos a la heterogeneidad de nuestros colaboradores porque también apostamos a que nuestros lectores sean lo suficiente activos y lúcidos como para armar su propio camino entre los artículos que publicamos. Nosotros armamos los dossiers con conciencia de que cada texto propone un punto de vista, muchas veces en oposición al de otro de los textos. Con esta política editorial buscamos perderle el miedo a la diferencia, porque es un temor sostenido por la soberbia y la voluntad de no escuchar aquello que nos puede hacer temblar el piso. Pero el piso tiene que temblar, al menos de vez en cuando, aunque el terremoto derrumbe algunos edificios teóricos.

A-P: ¿Qué relación hay para ustedes entre arte y política?

NR: Toda obra de arte es creada por, y se dirige hacia, personas inmersas en determinado contexto político, social, económico y cultural. La política, por ende, está tanto en su génesis como en las múltiples, potencialmente infinitas, recepciones. Ahora bien, cada obra de arte tiene una manera particular de vincularse con el mundo y dar cuenta de su coyuntura con éste. Por ejemplo, el último dossier de No Retornable trabajó con el tema de “intervenciones urbanas”. El arte urbano, que sale a las calles para intervenirlas, es un arte fuertemente político desde el vamos pero no todas sus manifestaciones están marcadas por una voluntad explícita de serlo. No es lo mismo un stencil de Kitty que unas pintadas en repudio a un asesinato encubierto. Personalmente, creo que toda manifestación artística implica una ideología y conlleva una toma de posición respecto del mundo. De alguna manera, todo artista adopta, conciente o no, una postura política. Lo mismo ocurre con los receptores de cada obra, que pueden ver en ella algo distinto a lo buscado por su autor. Por eso las obras pueden tener diferentes significados políticos en diferentes momentos históricos. Las interpretaciones nunca son absolutas, porque nadie está fuera de la historia. Creo que para llevar a cabo una línea de análisis productiva es conveniente tener siempre en cuenta esta limitación y, en vez de pretender trazar un absoluto insostenible, hacer el intento por comprender cuál es el significado de determinada manifestación en determinado contexto. Es decir, salirse de las abstracciones para preguntarse cuál es la relación de una obra de arte en particular con determinada política permite una mirada crítica mucho más valiosa que la de arrojar significados de pretensión atemporal que se desvanezcan en el aire.

Sol Echevarría
(directora NR)















martes, 6 de mayo de 2008

Boletín: EL ARTE POR EL CAMBIO SOCIAL

ADEMÁS DE

ESTUDIAR////TRABAJAR///ESTUDIAR///TRABAJAR

AQUELLAS PRÁCTICAS QUE NOS DAN LA LIBERTAD DE EXPERIMENTAR CON NUEVAS IDEAS Y FORMAS.

CUANDO DIBUJAMOS, ACTUAMOS, CANTAMOS, ESCRIBIMOS, FILMAMOS, BAILAMOS, PINTAMOS, FOTOGRAFIAMOS…CREAMOS SIGNOS, AUNQUE MAS NO SEAN PEQUEÑOS SIGNOS.

CONSTRUIMOS

SALTOS DIALÉCTICOS QUE SUPERAN LO DADO

ES ASÍ COMO NOS HACEMOS VISIBLES Y NOS CONSTITUIMOS COMO SUJETOS, SOBRE LA BASE DE NUESTRAS PROPIAS INTERVENCIONES EN ESTE PROCESO DE RESISTENCIA Y TRANSFORMACIÓN.


PORQUE MUJERES Y HOMBRES NUEVOS NO SE GENERAN SOLO A PARTIR DE TRANSFORMACIONES ECONÓMICA Y EL ARTE POR EL CAMBIO SOCIAL ES UN ARTE QUE PROVEE DE SÍMBOLOS ALTERNATIVOS MIENTRAS ATENTA CONTRA AQUELLOS SÍMBOLOS QUE EXTERNALIZAN EL PODER DE LAS CLASES DOMINANTES


SE TRATA DE UN ARTE “COMPROMETIDO” PORQUE LO PLASMAN MUJERES Y HOMBRES QUE ASUMEN SU TIEMPO HISTÓRICO Y TODAS SUS CONSECUENCIAS. SE TRATA DE UN ARTE DE ACCIÓN Y EN MOVIMIENTO: PRODUCE, DEMUESTRA, COMETE, PERTURBA, PERVIERTE, SUBVIERTE Y REVIERTE, REVIENTA, MODIFICA.

Boletín: ¡¡¡Poesía!!! El colmo del genero: los cereales del desayuno, de Ana Laura Rivara

I

La dulce gravidad de la vida está en peligro

¡Qué lástima!

no soy una aristócrata rusa educada en París.

Había esperado otra cosa.

¿Cuál prefiere?

La de sentirme tal cual soy

II

A la segunda copa

sentimientos de violencia

fantasías lascivas y pobrezas ebrias aparecen como ensueño

no es posible tanta obscenidad sin transacción previa

Meditaré sobre el infierno y la familia

III

Faulkner come en Plaza del Carmen

lo observo

produce más curiosidad que admiración

seguramente su vida no es fácil

debe ser un restringido marca

Truman

creo que comparten el Koleston 96 castaño claro dorado ceniza

El pizzero del Cuartito

tiene un rollo visiblemente ubicado en su nuca

como gaje del oficio

saca la lengua

la apoya contra el labio superior cuando el cuchillo toca la tabla

seguramente su vida no es fácil

y aquí

nuestra abyecta capacidad de degradación

niega que yo sea yo

IV

Dormir en mi cama es una humillación

El lapso entre vivir y morir es breve y angustioso

cansada

insomne

caliente pero sola

Los que se llaman Juan y María nunca se divorcian

y nuestra sensatez

permite que vivan nuestros irresponsables genitales

es todo lo que hay

no hay nada

V

¿El recuerdo más vivido?

Los árboles

y una bandada de pájaros negros

anunciando que no es tiempo de migraciones

VI

Toda desdicha humana

toda crisis moral

la encuentro

cuando irritada

me abstengo

me disciplino

y la describo en una sola palabra

VII

La comunidad está tensada por la adversidad

y la búsqueda de héroes en alguna parte

en la madrugadora niebla del potrero

Nos conmueve semejante muestra de existencia

y es nada menos que la diferencia entre la cordura y el horror

VIII

Hay falta de espacio

de dinero

una mesa de fórmica

digna

desde luego

es la encargada

de que nuestras depravaciones sexuales

no amplíen el horizonte

Ana Laura Rivara, estudia Letras y publica

sus poesías en nadandocrol.blogspot.com

Boletín: ¡¡¡Prosa!!! INTROMISIÓN. DIAS DEL PASADO, de Ileana Kleinman

I

Hoy hubo sueño sin sombras. Sólo cosas viejas que regresaron. Visiones de mis quehaceres previos, de cuando juntaba el agua, o preparaba la tela. Mientras en realidad llevaba a cabo la tarea principal: esperar. Cada día junto a un árbol diferente, para ver si algo se modificaba. Si una vez era el cerezo, la otra el sauce. Hasta que empezaba de nuevo el ciclo. A veces agarrando insectos para arrancarles las alas, ponerlos en la tela clara e iluminarlos con el sol. Hasta que el sol se iba. A veces tocando el césped. Separando por la raíz hierbas verdes, para hacer cuentas con ellas. Hasta que el sol se iba. Y quedaban desparramadas . Todas las tardes. Al exterior. Con la intención de poder volver a guardarme después.


II

El trazo de un jazmín en el suelo. Mi cuerpo apoyado en la tierra, mirándolo muy de cerca. Queriendo abarcar cada detalle. Intentando retener todas las líneas. Sabiendo que debería detenerme pronto; los ojos no pueden soportar tanto y ya van a comenzar a arder. Pero un rato más en el calor, poniendo menos distancia entre mi cara y el dibujo, con las horas, que pasan. Absorbo la imagen, la inhalo. Está en mi ahora. Conjeturo con respecto a la mano creadora, al momento de la realización. Hasta que la lluvia. El trazo de un jazmín en el suelo. Deshecho. Decido empezar el retorno.

Ileana Kleinman tiene 23 años, estudia Letras y publicó algunos artículos sobre cine en la revista Siamesa

miércoles, 30 de abril de 2008

SECRETARÍAS DE FILOSOFÍA Y LETRAS: PRESENTACIÓN CONJUNTA DE COLECTIVO DE IZQUIERDA, LA NÁUSEA Y PLAN B

El centro de estudiantes es percibido por muchos estudiantes como un espacio político cerrado (o lo que es peor, un centro de servicios únicamente) que pertenece al grupo, partido o frente electoral que ocasionalmente lo gana en las urnas. La verdad es que poco se ha hecho, hasta el momento, para revertir esta situación que profundiza la lógica de la representación sustituísta por sobre la iniciativa y la creación de prácticas diversas y amplias, que incluya y busque cotidianamente la participación del conjunto del estudiantado.

La posibilidad de encarar un proceso de transformación del orden existente en la Universidad y en la sociedad, necesita encontrar en el movimiento estudiantil un actor organizado y dispuesto a pensar, a luchar, a crear y recrearse. Para semejante tarea es fundamental generar una apropiación de los centros de estudiantes por parte de los mismos estudiantes. Parece paradójico plantear tal cosa, dado que en principio parece obvio que el principal actor del centro de estudiantes sean los mismos estudiantes. Sin embargo, como sucede con tantas otras cosas de este bendito mundo por el que transitamos, la distancia entre lo que suena lógico y racional y la realidad que muchas veces es irracional y encima la naturalizamos, es significativa. Es indispensable para empezar a aproximarnos a ese ideal, que los centros sean entendidos como espacios abiertos de participación, reflexión y creación de cara a la disputa ideológico-política y la construcción de un proyecto alternativo de sociedad. Hasta tanto esto no ocurra, asistiremos al fenómeno de la “vanguardia” preclara, solitaria, la dirigencia iluminada, que sólo se representa a sí misma (y se pierde en el discurso autorreferencial del afichismo permanente y el slogan que satura), y los estudiantes apáticos, o que simplemente no ven en el gremio un centro articulador de prácticas, ni coordinador de luchas (que muchos llevamos a cabo en silencio, cotidianamente, pero sin grandes carteles).

Pero para empezar a cambiar esta realidad no alcanza con ganar las elecciones, porque la política es posibilidad de realización en todos los tiempos y espacios de la vida social.

El año pasado decidimos salir a la cancha y empezar a darle forma a lo que pensamos y decimos. Los compañeros y compañeras de Colectivo de Izquierda y Plan B nos presentamos a elecciones y ese proceso nos permitió acceder a una secretaría del centro de estudiantes a cada agrupación de las 15 en que se divide el CEFyL (Comedor y Publicaciones son las de mayor visibilidad). Cuatro de esas secretarás fueron obtenidas por El Frente (PO, PCR, MST-La Walsh, IS, Los Necios), entre ellas la presidencia que formaliza la conducción del centro.

El año que se iba nos encontró también junto a La Nausea (estudiantes del Frente Popular Darío Santillán) debatiendo y proyectando en común lo que hoy queremos que empiece a caminar, apelando en primer lugar a tu participación. Fuimos encontrando acuerdos (entre ellos que no es necesario estar de acuerdo sobre el sexo de los ángeles para caminar juntos) que nos llevaron a creer que el mejor espacio para construir una idea, un proyecto, es la práctica, la prueba y el error; el debate comprometido, la producción. Decidimos compartir el trabajo a realizar en las secretarias entre las tres agrupaciones y lanzar esta convocatoria abierta a la participación del conjunto de los estudiantes.

Hoy en día, salvo las dos secretarías archiconocidas, antes mencionadas, se sabe muy poco de lo que se hace desde el resto de los espacios conquistados por las fuerzas que actúan en la vida política de esta facultad. Las secretarías se transforman, generalmente en espacios virtuales, fantasmagóricos, en una "chapa" para cada agrupación. Creemos que las secretarías tienen que ser algo más que un sello o un voto en la comisión directiva del centro. Decidimos revertir esta lógica. Queremos que sean el pequeño y ambicioso espacio para aportar a la reconstitución del vínculo social entre el estudiante y la participación política.

Nuestra idea es entender a la secretaría como algo más que un servicio. Esto significa que buscamos que en este espacio cualquiera de nosotros se pueda acercar a construir con sus ideas, sus proyectos, a espacios donde el debate permanente sea utilizado para buscar consensos y animarnos incluso al disenso, ¿por qué no?, ¿eh?...¿qué dijiste?, mirá que cuando vos viniste yo fui y volví veinte veces, gil, ¡agarráme que lo mato!.

El gesto que encaramos hoy, al confluir en esta práctica contracultural, gremial, juvenil, viene a plantarse en su época: queremos poner en pie un movimiento estudiantil sobre la base material de los estudiantes: nuestras actividades, militancia, revistas, grupos de estudio, charlas, talleres, ciclos literarios, investigaciones, trabajos barriales, bachilleratos populares y todas las prácticas “compañeras de ruta” existentes.

Tenemos la intención de iniciar un camino que parta desde un lugar diferente a la lógica soberbia de una izquierda que cree saberlo todo, en todo momento y lugar, a la que nunca ni siquiera por error se le escapa un “no se”. Es paradójico, que se pretenda desarrollar una praxis popular si no se le da lugar a la duda, que es parte del aprendizaje en la experiencia de los hombres en la tarea común del saber y el actuar. Por eso, desde nuestro pequeño lugar, estamos empeñados en construir por el camino del diálogo, la duda, el debate, los caminos posibles y las respuestas abiertas, ensayos que nos permitan en estos tiempos de desasosiego y tejidos sociales desflecados, poder volver a ser parte de la extraña experiencia humana de mirar la facultad y el país con esperanzas de cambio. Miremos el suelo, el techo, las vigas, las paredes, los pizarrones y el color de las tizas. Encontrémonos, hagamos del “más presupuesto” un real-concreto: que seamos nosotros, productores de conocimiento, trabajadores, quienes salimos a la calle a practicar políticas, a ensayar nuevos imaginarios de militancia y rebeldía.

Los grupos de estudio, de teatro, de cine, quienes investigamos y vivimos la historia, la filosofía, la literatura, quienes creemos que todo esto debe y puede ser la verdadera base sobre la que puede construirse un centro de estudiantes participativo; y no sólo una fábrica de consignismo, auto-convoquémonos. Tomemos en nuestras manos el desafío de recrear el Centro de Estudiantes.

Hacemos abierta la invitación a la inauguración de las dos secretarías que impulsamos: Arte-política y Producción-Socialización del conocimiento. Se trata de empezar a sacar de las sombras de la marginalidad las experiencias que no encuentran espacios de diálogo, intercambio interdisciplinario, ni difusión, en sintonía con el modelo hegemónico de estudiante-vasija / artista alienado que estudia, escribe, imagina y escupe lo digerido sobre las hojas de los parciales o reducidos blogs amigueriles pero no elabora creativamente ni se reconoce: se piensa como un sujeto imposibilitado de intervenir en la propia producción de conocimiento del cual es parte fundamental.

Quizás no solo se trate de cuestionarnos el cómo se produce el conocimiento y la práctica creativa actualmente, sino también el para qué. ¿Qué relación existe o debería existir entre la producción de conocimiento en el ámbito universitario y las problemáticas sociales actuales? ¿Qué tiene que ver la música con la literatura? ¿Y con lo social? ¿Cómo vincular nuestras producciones teóricas con el trabajo cotidiano de quienes construyen su praxis desde el trabajo territorial, desde los movimientos sociales? ¿Cómo pensar la pintura por fuera de las paredes del Malba?.

Partiendo de esta realidad es que nos propusimos sacar adelante una Secretaría de Producción y Socialización del Conocimiento y también de Artepolítica que facilite la difusión y proliferación de los espacios de que nosotros mismos, los y las estudiantes y graduados de filo, tejemos silenciosamente en los márgenes de la formalidad académica, pero que también nos convoque a cuestionarnos acerca de la naturaleza misma del conocimiento que producimos, de nuestras poesías, de nuestras prácticas artísticas. El para qué y el para quiénes.

Convocamos, entonces, a todos aquellos que participen de alguna experiencia autogestionada de estudio, investigación o producción de conocimiento, a acercarnos para construir el espacio de estas dos secretarías gremiales; para difundirnos, conocernos, visibilizarnos, armar entre todos una herramienta fundante, deconstructiva, constructiva, no censuradora: secretarías de colectivo de trabajo real, para organizarnos como productores de conocimiento, como intervenciones deseantes en la serialidad del enclaustramiento, que, aparentemente, todo lo enclaustra.

También, a todxs aquellxs estudiantes interesadxs en participar de la secretaría o en sacar adelante nuevos espacios autogestionados (grupos de estudio, de literatura, música, teatro, arte en general, revistas, boletines, jornadas, etcétera).